Hace un año comencé a publicar recetas en este blog que creé como medio de motivación e inspiración en el tránsito hacia una alimentación vegetariana.
En estos 365 días no sólo he preparado un gran número de deliciosas recetas 100% libres de carnes y pescados sino que sobre todo he aprendido a combinar vegetales, granos y legumbres de forma saludable y equilibrada. Al principio me costó y me suponía cierto conflicto el cambio pero ahora estoy convencida de que no hay vuelta atrás.
Quiero enviar un millón de gracias a todas las personas que me seguís y que me dejáis comentarios. Un millón de gracias por dedicar vuestro tiempo a ver, leer y dejar comentarios siempre positivos a lo que aquí se cocina.
Gracias a este blog también he conocido deliciosos blogs que sabéis que sigo y que tengo que visitar con una servilleta colgada del cuello de la camiseta por las delicias que me encuentro. Mi admiración para el gran trabajo que hacéis quienes dedicáis tiempo y cariño a cocinar y a compartir vuestras experiencias al mando de hornos y fogones.
Y después de este positivo balance ahora toca seguir cocinando, fotografiando y escribiendo recetas pero he pensado en hacer algún pequeño cambio a modo de nuevo desafío.
Como sabéis pongo especial cuidado en cuidar los estilismos de mis fotografías y me encanta hacerlo pero en este segundo año de Can Colette me he propuesto poner más atención si cabe en los ingredientes. Quiero explorar la deliciosa fotogenia de sus colores y texturas. Quiero pararme más tiempo a observar y a sacar toda la belleza de los alimentos, de las atractivas texturas de tejidos y superficies naturales, de las plantas que voy recogiendo de aquí y de allá en mis paseos en bicicleta...
Por lo tanto intentaré basar los estilismos principalmente en un sencillo juego de platos blancos y trataré de sacar todo el atractivo de los alimentos apostando por elementos sencillos, naturales y honestos.
¡Y ahora vamos al lío!
Hoy, y sin que sirva de precedente ;-), traigo un menú completo: desde el entrante hasta el postre pasando por un completísimo plato principal.
Y voy a empezar con esta crema se puede tomar no muy caliente o tibia y sabe a todo lo bueno del verano: alegría, luz, energía, color...
Quienes llevéis una dieta vegetariana ya sabéis lo importantes que son las legumbres para obtener un adecuado aporte de proteínas pero las proteínas de las legumbres carecen de un aminoácido que sí que contienen los granos para ser completas. Por eso se recomienda siempre acompañar las legumbres de arroz u otros granos.
Para este plato yo he complementado los guisantes con las quinoa en forma crujientes y sabrosas tortitas y para refrescar le he añadido una riquísima salsa de yoghurt, menta y cilantro y una ensalada de hojas.
Y para un plato dulce pero no demasiado y de lo más vistoso con otros dos ingredientes en todo su esplendor: fresas y ruibarbo.
Sé que el ruibarbo no se encuentra fácilmente en las fruterías de España por lo que se puede sustituir fácilmente por melocotones o albaricoques resultando una combinación deliciosa.
Y para terminar tan sólo comentar que la primera fotografía de este post corresponde a la preparación de mi aportación de este mes al proyecto
1080 Fotos de Cocina que os recomiendo que sigáis visitando porque cada vez está más inspirador...
Mi fotografía completa se podrá ver el jueves 28 de junio.
Feliz fin de semana!